Si quieres mejorar tu alimentación pero no sabes por dónde empezar, no te preocupes, no estás solo/a. Pequeños cambios generan grandes resultados, y hoy te comparto tres hábitos simples que puedes aplicar desde ya para mejorar tu dieta sin complicaciones.
Como digo siempre, hay que centrarse en el proceso y en el disfrute de que nuestras acciones nos están acercando hacia donde queremos ir. Por lo que no te frustres y mira atrás para celebrar el progreso que has logrado hasta ahora.
Los hábitos son acciones que realizamos casi sin darnos cuenta y que moldean nuestra vida
Al igual que la calidad de una empresa recae en sus sistemas y procesos, la calidad de vida de una persona reposa en sus hábitos y costumbres de cada día: cuántas horas duerme, cómo descansa, cómo duerme, qué come, cómo come, qué y cuánto ejercicio hace durante la semana, y un sinfín de cosas que hacemos automáticamente sin darnos cuenta.
Como hemos comentado en otros blogs, tenemos que adaptar nuestro entorno para que todas las acciones que realizamos sin pensar trabajen a nuestro favor. De esta manera, nuestro entorno nos ayudará a progresar sin fricción.
Hoy te explico tres hábitos muy fáciles de aplicar para que mejores tu dieta.
1ero No compres ultraprocesados
No pases por el pasillo del supermercado donde hay ultraprocesados. Adapta tu entorno a tu favor. No pases por allí y tengas que suprimir la tentación. Lleva una lista de la compra antes de ir y evita los pasillos donde hay bollería o productos envasados con altos niveles de azúcar, sal, glutamato, etc.
Según la OMS, el consumo excesivo de ultraprocesados se asocia con un mayor riesgo de enfermedades metabólicas. Evitarlos desde la compra es el primer paso para una alimentación más saludable.
2ndo No tengas en casa estos productos ultraprocesados
Si no los compras, como mencionamos en el primer hábito, no los tendrás en casa.
Además, es normal que después de una fiesta o una comida/cena en tu casa sobren patatas fritas, pasteles, galletas u otros productos que es mejor no consumir. Una vez que acabe la fiesta, tíralos a la basura. No los dejes en tu casa para acabártelos. No pasa nada si los has consumido con moderación durante una celebración, pero luego toca volver a la rutina saludable. Deshazte de ellos.
3ero Pon opciones saludables a la vista
Para cuando tengas ganas de picar o merendar, deja opciones saludables a la vista en un bol por tu cocina. Por ejemplo, un bol con fruta, un frasco de vidrio con frutos secos y una botella de agua siempre a la vista.
De esta manera, habrás mejorado tu entorno para seguir una dieta en la que consumas menos ultraprocesados y, por lo tanto, estarás alimentándote de una manera más saludable.
Si quieres sentirte con más energía, mejorar tu rendimiento y cuidar tu salud, agenda ahora tu asesoramiento inicial sin compromiso. Juntos encontraremos la mejor estrategia para ti.
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